Son muchas las veces que he visto a Las Torres del Paine en fotografías. Por ejemplo cada vez que abro este blog. Pero verlas en directo comporta quedarse sin vocabulario ni expresiones posibles para describirlo.
Durante la ruta de 4 días he estado andando entre gigantes que iban jugando a fingir que me pisaban o a posar para que los fotografiase. Pero estos gigantes no andan solos. No serían tan bellos ni juguetones si no estuviesen acompañados de glaciares lentos y perezosos, pero enormes y barrocos, de un viento capaz de azotarte inesperadamente y de tirarte al suelo, de las aves voladoras más grandes del mundo, de guanacos que pretenden ser elegantes pero que no pueden disimular su torpeza...De miles de cosas que des de nuestro punto de vista crítico ni podemos juzgar.
Las Torres del Paine: Ver para creer? Ni viéndolas se las puede uno creer
Subscriure's a:
Comentaris del missatge (Atom)
Se me pone la piel de gallina... =)
ResponEliminaTe echo de menos! Que te lo sigas pasando tan bien como hasta ahora =)
K.
Aimar!
ResponEliminaquina enveja... deu ser tot un paradís, si amb les fotos ja et quedes bocabadat, no m'imagino a la realitat... quina immensitat. M'alegro molt que estiguis visquent tota aquesta experiència.
Un petò,
lau.