dijous, 4 de febrer del 2010

La estepa divide siempre el horizonte en dos

Llevo mucho tiempo recorriendo kilómetros y más kilómetros perdido por los caminos más recónditos de la Patagonia. En este rincón sólo las nubes que cambian de forma contínuamente, se atreven a romper con la monotonía del paisaje.
Sin embargo, la estepa, a pesar de ser un encefalograma recto, no cansa. He pasado muchas horas observándola des de la ventana del autobús sin apartar la mirada, como si en qualquier momento tuviese que suceder un gran acontecimiento, como si La Tierra tuviese que cambiar de forma repentínamente, especialmente en la Patagonia. En cambio, nunca pasa nada. Matojos, arena, piedras...Son la única rutina que ha lo largo de mi vida ha tenido el valor de encantarme, de embobarme, de acortar éstas espesas horas que paso en el bus.

De vez en cuando, el horizonte sorprende con tortuosas formas, con una geometría llena de ángulos pero imposible de clasificar. Hace pocos días, despues de una tierna siesta matutina, des de las ventanas del bus, sufrí casi un infarto cuando al abrir los ojos las siluetas del Fitz Roy y de el Cerro Torre se veian perfectamente iluminadas por los primeros rayos de luz. Me sentí muy afortunado, pues los indios Tehuelches creían que el cerro Fitz Roy era un volcán al estar inundado por una permanente y espesa nube. De ahí viene el nombre del pueblo de El Chaltén: el pueblo más joven de Argentina; un pequeño centro turísitico dedicado al montañismo que especialmente se hizo para que el país se apropiase de este bello lugar en la pugna limítrofe que sufre la pobre Patagonia por las ansias de poder de Chile y Argentina. Nada que ver con lo que fueron los indígenas de esta zona. Todas las geografías físicas acaban siendo azotadas por la territorialidad del ser humano. Ya lo dice Melón Diesel: "Se mueven las fronteras como el agua del mar. La misma mierda otra vez cambiando de disfraz."

Ahora me encuentro en El Bolsón y he dejado atrás cosas que tienen demasiada importancia: La Patagonia y a Toni y a Anna. Gracias por todo este tiempo en el que me habéis acompañado. Ha llegado el momento de enfrontarme solo al viaje, al mundo y a mi mismo. Me siento totalmente preparado.

Buen viaje a todos los viajeros. A todos los viajeros que día a día se enfertan al más duro y a la vez bonito camino, al que requiere la mochila más pesada. Buen viaje a todos los que estamos vivos!

3 comentaris:

  1. Gracias Aimar, qué bien estar vivo.
    Que tengas un buen viaje a solas, yo también sé que estás preparado. Aunque estamos esperando que vuelvas a casa =)
    Un abrazo
    K.

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  2. Gran publicació! Gran comentari, no es un comentari que sobre, és un comentari que omple. M'ha omplert a mi i crec que omplira a tots els que ho llegeixin. Ara noto que ets l'Aimar. Ara t'imagino a la facultat amb una mirada segura i un cap pensant. Aimar ara ets tu! Imagino que t'han passat mil coses després de que ens despedíssim de les que no he tingut la oportunitat de compartir-les. Veig que tu les has aprofitat i me n'alegro enormament. Només desitjo que per molt que no necessitis parlar amb mi durant una bona estona amb unes quantes Escudos en el Confluencia ho facissis igualment perque les trobo a faltar.
    Maria

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  3. Deixar la Patagonia no és fàcil, jo ho he viscut aquests últims dies. Separar-se d'un company de viatge, menys.
    Molta sort!
    Espero veure'ns a Santiago...
    Una abraçada ben forta!
    Anna

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