Vértigo, que el mundo pare.

“Vértigo, que el mundo pare,
que corto se me hace el viaje.”*

“Hogar dulce hogar”, es la forma más surrealista y a la vez más cálida de sentirse al llegar a Coyhaique. Todo me resulta tan familiar, que tengo la sensación de haber vivido mucho más que 4 meses en este lugar.
Reencontrarse con los paisajes de la región de Aysén me transmitió un descanso visual y espiritual… A la vez, después de haberme recorrido casi un tercio del continente sudamericano, no me tiemblan las manos ni la mente cuando afirmo que no hay lugar más lindo que Aysén. Y esta opinión no pasa por el filtro de los momentos que he vivido, ni por la gente que he conocido. Es el salvajismo de este lugar, el misticismo natural, la magia austral, la nalca, un cálido mate, el fuego, la leña, el coihue, las lengas, los fiordos, los cerros, el huemul, el cóndor, las nieves, Cerro Castillo, Lago General Carrera, el cerro Divisadero, el viento, el frío…

Viajar es increíble (increíble: cuantas veces habré repetido esta palabra en los últimos meses), una montaña rusa que maltrata y a la vez reaviva los sentimientos. Y yo llevo 6 meses en los que me he sentido más vivo y a la vez más muerto que nunca. Qué bipolaridad, qué vértigo!
Qué vértigo regresar.
Qué vértigo al mirar atrás.
Qué vértigo volver a mi otra realidad…
Pero sobretodo, que vértigo da dejar de ver a las personas que me he encontrado y querido en este viaje.

Ahora, el futuro es un pozo hondo y oscuro en el que al caer, solo siento miedo al pensar que quizás no me volveré a reencontrarme con el positivismo y la alegría del norte, con las reflexiones i “jodas” del centro, con todo lo que me dejo en el sur, que no puedo describirlo, que aun puedo asimilarlo, que no me cabe en el corazón…
Escribir ahora es para mi gritar muy fuerte. Tan fuerte que “quisiera que mi voz retumbara en las montañas”**. Y si grito, no es por histeria, no es por la oscuridad del pozo, no es por la caída libre en la que me encuentro, no es por que no estoy perdido, no es porque al fin encontré el poncho. Si grito es porqué te quiero, porque soy feliz, porqué te conocí.
Gritar es la forma más sencilla y más clara en la que me puedo expresar.
Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh


“Vértigo que el mundo pare,
que corto se me hace el viaje”

* Ismael Serrano-Vértigo
** Extremoduro-Ama,ama, y ensancha el alma (letra de Manolo Chinato)